miércoles, 21 de mayo de 2014

Hombre Serpiente con Trapezoedro Resplandeciente / Serpent Man with Shining Trapezohedron


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Cuenta H. P. Lovecraft en su relato de 1936 The Haunter of the Dark (aquí, online en original):

Of the Shining Trapezohedron he speaks often, calling it a window on all time and space, and tracing its history from the days it was fashioned on dark Yuggoth, before ever the Old Ones brought it to earth. It was treasured and placed in its curious box by the crinoid things of Antarctica, salvaged from their ruins by the serpent-men of Valusia, and peered at aeons later in Lemuria by the first human beings. It crossed strange lands and stranger seas, and sank with Atlantis before a Minoan fisher meshed it in his net and sold it to swarthy merchants from nighted Khem. The Pharaoh Nephren-Ka built around it a temple with a windowless crypt, and did that which caused his name to be stricken from all monuments and records. Then it slept in the ruins of that evil fane which the priests and the new Pharaoh destroyed, till the delver's spade once more brought it forth to curse mankind.


Asimismo, los Hombres Serpientes o Pueblo Serpiente fueron mencionados por primera vez en el relato de R. E. Howard The Shadow Kingdom (Weird Tales, 1929), dentro de sus cuentos del Ciclo del Rey Kull de Atlantis. Posteriormente, otros miembros del informal "Círculo Lovecraft" los adoptaron para sus propios relatos, quedando plenamente integrados en el Ciclo de Cthulhu.

De esta manera, podemos resumir las tribulaciones de esta ofídica especie pre-humana de la forma que sigue: 
Aunque algunos señalan sus orígenes remotos en el planeta Venus, no es casi tema de discusión que la especie apareció en la Tierra, por caminos evolutivos poco transitados, allá por el periodo Pérmico - más concretamente, hace entre 250 y 225 millones de años. Siendo distinguido con una inteligencia afilada y un don natural para la hechicería y la tecnología, o para una enrevesada y oscura mixtura de ambas, el pueblo serpiente se alzó con la supremacía, bajo los estandartes del Imperio de Valusia (situado en un continente primordial del que formaban parte África y Europa). Durante milenios erigieron grandes ciudades de piedra basáltica, plagada de templos dedicados a dioses serpentinos tales como Yig, Set y otros, así como de laboratorios donde practicaban ciencias oscuras, reveladas por su deidades y por entidades más allá de toda razón. La evolución, según parece, pasó por encima de ellos, y después de eones de hegemonía, fueron desbordados por la aparición paulatina de los grandes saurios del Triásico; al declinar, fueron ocultándose en guaridas ocultas bajo tierra, llegando por entonces a las bastas y tenebrosas cavernas de Yoth, bajo el reino subterráneo de K´n-Yan. Aunque posteriormente tuvieron un resurgimiento, fueron definitivamente expulsados a sus madrigueras con el surgimiento de las primeras ramas de la humanidad, en el ancestral continente Thurio (donde transcurren las historias de Kull, el Conquistador). A partir de entonces, su decadencia e involución fue imparable, siendo prácticamente desconocido el destino de sus últimos descendientes - pese a ciertas inquietantes noticias que se dejan oir de vez en cuando...

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