Mientras tanto, en esta atrabiliaria nación en la que descansa sus posaderas nuestro Viejo Coyote, los políticos profesionales se lanzan a previsibles y orquestados retablillos, entremeses y esperpentos, cual trileros de toda la vida: dónde está la bolita, está en el Gamonal o está en Melilla, está en las ridículas y supuestas bajadas en índices de desempleo o está en las deshumanizadas y destructoras rebajas del nivel de vida y de derechos fundamentales, dónde está la bolita, la tienen los abogados y fiscales de la Infanta o la tiene Santa Teresa de Jesús... ya se sabe con los trileros y otros tahúres, te hacen mirar una mano, cuando te están haciendo la trampa con la otra...
Y aunque bien es cierto que, como decía el señor Arnold Toynbee, lo malo de los que no se preocupan por la política es que serán gobernados por quienes sí lo hacen, tampoco es menos cierto lo que decía el bueno de Ramón María Valle-Inclán, que es preferible no ensuciarse en el lodazal de la política... Por supuesto, ambos adagios no son totalmente contradictorios, y más teniendo en cuenta que en ambos se sobreentiende que cuando se refieren a política no se están refiriendo, digamos, a su acepción convencional, de "manera de conducir y administrar los asuntos de Estado con el fin de aumentar el bienestar de la ciudadanía"; más bien parece que se decantan por aquella otra vertiente, de la política como un mero maquillaje, un mero espectáculo para salvar las apariencias, cuando en realidad quieren referirse a mercantilismo, forma disimulada de auto-enriquecimiento, depredación, impulso primario propio de mamífero no evolucionado, pluto-gerontocracia, inmovilismo y/o involución, y, en fin, a gobernar con el voto de la mayoría del ciudadano medio pero gobernar para ciertas élites económicas...
Todo esto, a la par que alientan el borreguismo deportivo - no estoy en contra del deporte, ojo, sino del uso mediático del mismo -, el imbecilismo televisivo, el derrotismo, el pesimismo, el conformismo y, en la misma medida, proponen modelos de conducta nocivos, superficiales, consumistas, de triunfo rápido y sin esfuerzo (a la vez que prefieren desterrar o conducir al autoexilio a las mentes más brillantes y mejor preparadas, en favor del primo de su cuñado, que es un inútil y un vago, pero que al menos es un voto agradecido, y sabe mirar para otro lado cuando hace falta...)
Pero, aún así y con todo, estos profetas del desaliento a sueldo de intereses corporativistas no han de conseguir ensombrecer la esperanza, ni el optimismo por el futuro; por ello, y a pesar de todo, nuestra confianza en el futuro y - quizá - nuestra fe en el trabajo que se hace bien y que se disfruta haciendo, nos ayudan a seguir adelante, convencidos de que nuestra propia cabezonería nos permitirá derribar todos los muros que nos quieran poner por delante...
Mientras tanto, aquí dejamos un par de instantáneas de proyectos que, poco a poco y con no poca ilusión, van fraguándose, tomando forma material, y abriendo miles de posibles futuros, incontrolables e inconcebibles...
(como suele ser en aquellos casos que subimos fotografías tomadas por nosotros, rogamos sepan disculpar nuestra poca pericia...)