Pues con el boceto dominical de esta semana traemos una criatura propia de bestiarios de fantasía, el lich o liche (aunque también se les conoce en holandés como lijk y en aleman leiche - que significa en ambos idiomas, literalmente, cadáver).
Según los manuales de Gary Gygax y otros, el liche era el cadáver redivivo del que fuera un poderoso mago - o archimago, según el caso -; por medio de hechicerías y encantamientos conseguían sobrevivir a su cuerpo mortal, atando su espíritu inmortal a éste, retrasando incluso centurias el momento postrer, pero aún así, convirtiendo su vida en una suerte de muerte-en-vida. Como es obvio, la inmortalidad que se alcanza por estos medios es harto desagradable, y putrefacta, y se han conocido casos de liches de los que, con el paso de los siglos, de su cuerpo original, sólo quedaba el cráneo.
A diferencia de otros muertos vivientes, como zombis o esqueletos, los liches conservan el recuerdo de sus anteriores vidas, y el control sobre su mente; a similitud con otros muertos vivientes, como vampiros o momias, tienen una serie de habilidades y capacidades sobrenaturales, como las de poder convocar legiones de siervos no-muertos. Además, son enemigos sumamente difíciles de destruir, pues incluso devastado por completo su cadavérico cuerpo, son capaces de sobrevivir en algún objeto mágico poderoso, al que su espíritu se encuentre atado (generalmente, una filacteria o alguna joya especial).
Por último, señalar que, si bien para alcanzar el estado de lich, un mago ha de someterse a una serie de blasfemos y malignos rituales, proceso éste que termina de corromper la voluntad del oficiante, volviéndolos completamente locos y malvados; tampoco es menos cierto que, una vez alcanzado ese estado de cuasi-inmortalidad, la perspectiva sobre la vida, la muerte y el poder que algunas de estas criaturas pueden albergar, cambian radicalmente, alcanzando un estado de desprendimiento similar a un nirvana oscuro...
(Como siempre, pincha o clicka sobre la imagen, para verla a más resolución)
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