Ya lo aclaraban inequívocamente las Reglas del Buen Investigador de "La Llamada de Cthulhu":
- Si recibes una carta de un viejo amigo... ¡corre!
- Si recibes una herencia de un tío perdido... ¡corre!
- Si un profesor universitario te invita a una expedición arqueológica... ¡corre!
- Si alguien propone leer un grimorio encuadernado en piel sospechosa... ¡corre!
- Si oyes hablar en términos como "antiguo", "olvidado" o "perdido"... ¡corre!
Y así sucesivamente... Está visto que habilidades como "correr", "atletismo" o "nadar", para la supervivencia del Investigador, son mucho más prácticas que, no sé, "leer lenguas muertas" o "criptografía". De todas formas, ya se sabe, toda resistencia es fútil: el que no acaba horriblemente bajo los tentáculos y/o garras de turno, termina en una celda acolchada con los ojos en blanco y babeando - eso, con suerte, porque también puede terminar perdido en el espacio-tiempo por los ángulos de los espacios no-euclidianos...
Pues eso, sin más, os dejamos con la ilustración, y no lo olvidéis: ¡no invoquéis a Aquel Que No Debe Ser Invocado!
(Pincha sobre las imágenes para verlas con más detalle)
Aquí el "original", a todo color, para que puedan realizarse las comparaciones pertinentes...
Y aquí, un par de detalles de los investigadores mismos (cuyo nivel de cordura, como ya se sabe, es siempre descendente):
Para terminar, les dejamos con un hilo musical acorde con la época...
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