Otro de esos bocetos realizados a vuela-pluma, y posteriormente dotado de color, sombras y texturas digitalmente...
En esta ocasión traemos a un personaje de la Marvel de los "oscuros y violentos" noventa; Nathan Christopher Summers, también conocido como Cable, Hijo de Askani.
(Pincha sobre la imagen para verla con más detalle...)
Nacido de Cíclope, estirado líder de la Patrulla X o X Men, y Madelyne Pryor, un socorrido clon de la Chica Maravilla o Fénix (elijan Uds.), el cual siendo apenas un bebé, fue infectado del temible "virus tecno-orgánico", y el pobre de Cíclope se vio en la obligación de permitir que fuese enviado a un posible futuro alternativo - 2000 años en el futuro, para ser exactos -, para que pudiese ser curado... Sólo para volver a su presente con el aspecto que se le conoce - y, de hecho, volvió con más edad que su propio progenitor, cosa que debe ser un poco inquietante (bien es cierto que este detalle, que Cable fuese el hijo que Cíclope envió al futuro, al principio, era desconocido para los lectores, aunque las pistas estaban bastante claras...)
Claro que el futuro donde fue enviado era uno en el que el malvado mutante cuasi-inmortal Apocalípsis había triunfado en su genocida filosofía de "supervivencia del más apto", de modo que, a la vuelta de Cable al presente, se había convertido en una "máquina de guerra", nunca mejor dicho; al poco de su llegada tomó a los pupilos más jóvenes de la Escuela Charles Xavier para Jóvenes Talentos, los conocidos como los Nuevos Mutantes, para pasar a ser llamados bajo su mando: Fuerza-X o X-Force... Lo cierto es que de esta serie lo más destacable - aparte la etapa de Greg Capullo a los lápices - es que en ella se dieron casi todas las primeras apariciones del mercenario bocazas, Deadpool o Masacre...
La verdad es que, al principio, y bajo la dirección del siempre nefasto Rob Liefeld, Cable no parecía más que una propia auto-parodia de los superhéroes de los 90´s, hipermusculados, duros, violentos y portando armas automáticas más grandes que ellos mismos... Si fuésemos unos maliciosos que siguiésemos la semántica psicoanalítica, respecto del "estilo" del amigo Liefeld, estaríamos tentados de relacionar el minúsculo tamaño de los pies con que dibujaba a sus personajes con cierto complejo, así como el hecho de dibujar armas tan enormes como algún tipo de sobrecompensación subconsciente...
Pero, afortunadamente, con el paso de distintos autores y guionistas, en nuestra opinión, Cable ha llegado a convertirse en un personaje simpático; se le ha conferido un aura mesiánica que siempre había tenido más o menos en potencia, e incluso abandonó las armas, buscando una salida más pacífica para los conflictos; también llegó en algún momento a construir una isla artificial, aprovechando sus increíbles y poco explotadas habilidades psicokinéticas, donde pretendió por un tiempo fundar su propia utopía pacifista...
Pero qué decir de un tipo que viene de un futuro donde había aprendido las Doce Posiciones Linguales de Alfa Centauri...
P. D: Por cierto, el día que se decidan a incluir a Cable en alguna de las franquicias cinematográficas tened por seguro que su historia se desvirtuará por completo: Productores de Hollywood... ¡ellos son así!
P. D: Por cierto, el día que se decidan a incluir a Cable en alguna de las franquicias cinematográficas tened por seguro que su historia se desvirtuará por completo: Productores de Hollywood... ¡ellos son así!